Shaolin 72 Gong Fang Shu

Cuando vemos a algunos de los componentes de un grupo de “Shaolines” en gira por nuestro país realizar esas proezas acrobáticas y habilidades físicas sorprendentes, muchas cosas nos pueden pasar por la mente...

Nuestra opinión al respecto estará notablemente influenciada por la idea que tengamos de lo que es Shaolin y el arte que representa, además de nuestra peculiar y particular visión de lo que significa un arte marcial.

Pero aun así, y salvando la distancia, lo que solemos ver en estos espectáculos, es sólo una parte muy pequeña de lo que estos artistas marciales son capaces de hacer y, que, además queda muy lejos del Kung-fu tradicional del Templo. Todos sabemos que, sin restarle mérito alguno –porque lo tiene- lo que muestran es espectáculo que, por otro lado, es lo que el público quiere ver.

El Kung-fu Shaolin tradicional (Shaolin Chuantong Gong-fu) es otra cosa que, poco o casi nada tiene que ver con todo esto. Muchos piensan que el Shaolin Quan ha quedado sólo para esto, para el espectáculo o para la competición deportiva del Wushu... y que poco o nada de lo que muestran, tiene una aplicación efectiva y real. Y esto, que es lo que la mayoría de los artistas marciales parece buscar en un arte, es lo que motiva a muchos a entrenar, a dejarse engañar o a engañar a otros, vendiéndoles una moto de competición que no pasa de 40 km/h...

Pero cuando tienes enfrente a un Maestro como Shi Xing Hong, Shi DeChao o Shi DeJian, de pronto sientes que la idea que teníamos se nos tambalea y se cae con los primeros movimientos y gestos que realicen. Sientes muy cercano el poder que estos desprenden y comprendes que, todo lo visto anteriormente, se diluye casi en la nada. La fuerza, potencia, técnica y furia desatada de uno de estos Maestros, disipa de un soplo la niebla de la ignorancia y cualquier duda que podamos albergar sobre lo que es el Kung-fu Shaolin tradicional...

Y esto ocurre sin que pierdan por ello ni un atisbo de su serenidad y humildad, lo que trasluce las profundas enseñanzas del budismo Ch’an. Creo que aquí es donde se puede apreciar la verdadera importancia que tiene esta estrecha unión (Wu & Ch’an).

En este artículo presentamos el trabajo poco conocido de las aplicaciones prácticas y reales en combate de algunas técnicas y conceptos del estilo. Y cuando hablo de combate, he de matizar que no hablo de combate deportivo, campo en el que estos aspecto o técnicas no tendrían cabida. Las lesiones aparecerían de inmediato.

Muchas de estas aplicaciones, están basadas en el estudio de formas antiguas y sus conceptos, requiriendo su correcto aprendizaje una serie de factores indispensables como: precisión, velocidad, habilidad, sentido de tiempo y distancia (timing), además de entrenar PaidaGong (endurecimiento) y Qigong.

El cuerpo del practicante ha de ser acondicionado adecuadamente para poder desarrollar el potencial máximo de las armas naturales, como cabeza, dedos, manos, brazos y piernas. Existen numerosos ejercicios y métodos tradicionales para lograr estos objetivos, y el factor determinante de los resultados es el tiempo, la intensidad y la actitud mental con la que se entrene.

Dentro de la práctica del KFS, la comprensión de las técnicas inherentes al estilo, y que conforman su bagaje técnico, son de crucial importancia. En este aspecto tenemos que situar la práctica con compañero (Qi Shi Er Duan Ren Gong Fang Shu) de todos los conceptos y aplicaciones técnicas del estilo.

Dentro de la enseñanza más tradicional de Shaolin, las técnicas consisten en 72 estructuras de movimientos técnicos, perfectamente estudiadas y estandarizadas. A partir de estas 72 combinaciones de raíz, se pueden desarrollar miles más. Es como aprender el abecedario para luego, -cada uno a su manera- desarrollar las aplicaciones y el modo de combatir.

Con este trabajo, profundo e intenso, se llega a comprender y asimilar la utilidad real de estas técnicas. El trabajo a desarrollar requiere muchas horas de entrenamiento, entendiendo que es necesario el concepto de “Xing Ming Shuang Xiu”, es decir, fortalecer lo externo con la mente y trabajo interno (Xiang Xin Zhi Nei Gong Yun Dong) o efectuar ejercicio interno con la concentración mental.

Esto significa que en cada técnica, el estudiante ha de poner toda su concentración, para que logre, a través del tiempo y la práctica (Gong-fu) las habilidades necesarias para que esas técnicas sean útiles de verdad.

Todas las aplicaciones tienen varios factores en común, sin los cuales, posiblemente no lleguemos a comprender la técnica. Y estos factores podrían ser, entre otros, los siguientes: Velocidad, potencia, fluidez, precisión, entendimiento, distancia, capacidad de cambio, reflejos, intención, determinación, concentración, uso correcto de la biomecánica corporal, uso de la energía, etc.

La mayoría de los estudiantes no llega a poder aplicar eficazmente ciertas técnicas, porque o bien le han dedicado poco tiempo a su perfeccionamiento, o bien no han practicado con realismo e intención. La práctica vacía, o exclusivamente externa, se denomina en chino “Yuan Xin Zhi Wai Gong Yun Dong”, lo que significa ‘ejercicios externos con la mente distante’.

Esta práctica errónea, nos puede conducir a creer que al poder aplicar la técnica con un compañero de clase, del que conocemos todas sus reacciones, y no ofrece resistencia, ya es suficiente.

Las series técnicas presentadas, hay que entenderlas por ello en el contexto de las fotografías, un medio que limita considerablemente la expresión real de cada técnica. Tratemos de estudiar cada secuencia con el dinamismo que le es inherente al estilo Shaolin, es decir, la explosividad de los movimientos.

Aún así, no entendáis el trabajo presentado como la ‘solución única’, sino que debe serviros como base, como patrón de aplicación de unos conceptos. Cada acción es seguida de una reacción, que debe ser la vuestra propia, como fin último del desarrollo de vuestras capacidades y entendimiento del arte.

En la primera secuencia fotográfica, se plantea el inicio de la acción, es decir el saludo tradicional y posicionamiento de la guardia, que en las series posteriores he omitido expresamente, salvo que su planteamiento sea distinto. Por ello puedes encontrar el inicio de varias series, que es idéntico, con las mismas fotografías.

En algunos casos, se incluye la terminación efectiva de la serie, pero en otros, dejamos a la iniciativa del estudiante su desarrollo final, como puede ser el control en el suelo, aspecto poco usual dentro del estilo tradicional, pero que puede ser una opción más a estudiar.

El nombre que tienen algunas secuencias, hace referencia a la manera antigua de enseñar, transmitir y codificar las secuencias, pero que no tiene mucha relevancia.

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