El refugio del alma
Muchas horas de reflexión profunda, unidas a un cúmulo de experiencias a todos los niveles, me llevaron a la imperiosa necesidad de encontrar un momento de verdadero aislamiento y soledad, en la que poder meditar sobre todo ello. Sentía esa imperiosa llamada desde mi interior, desde el mismo día en que visitamos por primera vez la pagoda del pequeño templo Fawang de la montaña. De alguna manera, este pequeño lugar había despertado algo profundo en mí y me había atrapado en él. Y ahora, creía que había llegado la hora o el momento, de dar un paso significativo hacia mi interior. Era el momento de despertar algo que llevaba muy en mi alma. Algo que, posiblemente, podría producir un profundo cambio en mí como persona, pero que no me asustaba afrontar, porque intuía que era para bien. Era un punto de inflexión en mi vida, quizás un retorno a mis verdaderas raíces espirituales, y un punto, donde encontraría respuestas... Decidí ir caminando, ya que la distanc