Las monjas de Yongtai
Yongtaishi En cierta ocasión en que subí a la cueva de Damo, en la ladera del monte Songshan, justo por encima del monasterio Shaolin, me encontré con una monja custodiando y cuidando de ese pequeño lugar, para mí, de especial relevancia en la historia de Shaolin. Este hecho no me llamó especialmente la atención en un principio, hasta que entablé una conversación con la monja y esta me desveló la existencia de un monasterio, de la que formaba parte y que era regentado por mujeres, en este caso monjas. Así tuve la primera noticia sobre este peculiar templo y su no menos fascinante historia, apenas conocida y siempre a la sombra de la fama de Shaolin. Este episodio, que relato en uno de mis libros de viaje, hizo que me interesara por este sitio, así que en cuanto me fue posible pregunté a mi maestro por el lugar y éste me indicó que no estaba demasiado lejos de Shaolin. Me dijo también que conocía a la actual abadesa y que era una monja muy amable y simpática. Se ofreció a acomp