El camino
30 años de camino… Cierto lejano día, de cuya fecha no logro acordarme, tomé la decisión de emprender un camino de vida, sin fijarme meta ni trazar sendero alguno, desde la pequeña aldea de mi corazón, al vasto e incierto mundo… Cargué con una pequeña mochila como equipaje, llena de sanas intenciones, con trozos de ilusión como alimento para el camino y los ojos muy abiertos en todas las direcciones. Llevaba frescos brotes de conocimiento y viejas ramas secas de consejos y enseñanzas de mis maestros. Para calmar la sed de mi curiosidad, confiaba en encontrar las experiencias necesarias por el camino. Mi vaso lo llevaba vacío… Atravesé hermosos paisajes y extensos países, llenos de oscuros valles, frondosos bosques, áridos desiertos y altas montañas. Ciudades y aldeas llenas de gente de todo tipo y condición que me iban enseñando cosas de la vida; Que me regalaban experiencias para el camino. Aprendí muchos idiomas para poder comunicarme con to