Maestro - Discípulo
El
aprendizaje de las artes marciales tradicionales, como es nuestro caso, se
fundamenta a través de la incorporación a una escuela, donde el alumno aprende
un estilo o sistema determinado y sigue sus tradiciones, lo que incluye sus líneas
de conducta. Aunque esto, hoy en día pueda parecer quizás anacrónico, es en el
fondo lo que muchos, sin saberlo van buscando.
El estudiante repite incansablemente
los movimientos y sigue las indicaciones de sus instructores y maestros hasta
que, poco a poco, va adquiriendo las habilidades necesarias y se convierte en
un diestro ejecutor de lo aprendido. En esos momentos ya es un exponente de ese
sistema o estilo.
Con el tiempo, cuando las bases técnicas
ya forman parte de su bagaje y sus conocimientos, el estudiante comienza a
interesarse por otros aspectos profundos del arte, aquellos que suelen
trascender todo el contenido técnico.
Pero para alcanzar estos niveles de
conocimiento y poder llegar a ser una realidad constatable, el practicante debe
convertirse en discípulo. Esta es una condición sin la cual, el progreso del
estudiante se verá en algún momento estancado.
Pero antes de comentar lo que en las
escuelas tradicionales chinas es la relación Maestro-Discípulo, quiero hacerlo
sobre la diferencia que existe entre alumno y discípulo.
Un alumno es un practicante que
llega al Wuguan (sala de práctica), establece días y horarios de entrenamiento
con un Sihing o con el Maestro (en las escuelas tradicionales esto no se da
casi), rellena el formulario de admisión de la escuela, abona su cuota
correspondiente y como mucho, cumple con las ‘obligaciones’ formales o de
etiqueta de las clases de grupo. Ocasionalmente entrena con el Maestro de la
escuela, como algo excepcional y siempre previo pago de cuotas o mensualidades.
La relación del alumno con la escuela, los Sihing’s o el Maestro termina cuando
el alumno sale de la clase o no entrena más en la escuela. Para él, es un
gimnasio donde practica algún estilo y poco más…
Pocas veces participa en actividades
de organización, o representa a la escuela en exhibiciones o forma parte de
entrenamientos especiales con los Maestros…
En cambio, el discípulo (Dizi) es aquél que
toma un compromiso serio con su Sifu y su escuela, tiene acceso a clases
privadas, y la escuela, es de alguna manera su segundo hogar. Tiene más deberes
que el resto de los practicantes, ya que establece una relación vitalicia con
su Sifu, Simo (esposa del Maestro) y la escuela o asociación a la que
pertenece. La relación que se establece entre el Sifu y el Todei (pronunciado ‘Tudi’)
es casi igual a una relación de padre e hijo.
La relación Si-To (Sifu-Todei) es
una unión de respeto, confianza, humanidad y artes marciales tradicionales.
El discípulo cuida y se interesa por
todos los aspectos inherentes a la escuela y el estilo. Se encarga de mantener
el Wuguan limpio, el altar en perfectas condiciones y las armas de práctica
cuidadas y ordenadas.
Aclarado este punto podemos decir
que la relación Sito se empieza a crear
cuando el alumno ve a su maestro como un ser humano, con sus defectos y sus
virtudes, mas allá de la visión del maestro como “una persona que domina las
artes marciales”, va mas allá de las técnicas marciales, – o sea cuando se
convierte en discípulo y es aceptado por el maestro como tal- en la relación
SiTo, el discípulo recibe de manos de su maestro todos sus conocimientos para
ser su sucesor marcial.
¿Como se construye la relación Sifu – Todei?
Esta relación se va formando con el
paso del tiempo, siendo en primer lugar un buen alumno, entrenando y aplicando
lo que su Sifu le enseña.
Cuando el alumno alcanza un buen
nivel técnico, comienza a ver “el otro lado” de las Artes Marciales
tradicionales, cada uno tiene una visión distinta de ese “otro lado”. En ese momento el alumno comienza a
ver a su maestro como un ser humano, los protocolos se van entendiendo de forma
natural, es ahí cuando el alumno pasa a ser un aspirante a discípulo.
Para
convertirse en discípulo hay 2 maneras: ser presentado por otro discípulo o
pidiendo uno mismo ser aceptado como tal. A
medida que el tiempo transcurre, el aspirante va pasando las pruebas que
silenciosamente el maestro va poniendo. Pasado
el tiempo que el maestro considere necesario, aceptará o no al aspirante. Cuando el maestro acepta formalmente
al discípulo, se realiza la ceremonia de Bai
Shi, es una ceremonia sencilla y muy emotiva; a partir de ese momento queda
oficializado el discipulado y el comienzo de la verdadera relación Sito. Al discípulo se le abren nuevas
puertas de conocimiento, el legado de su maestro, también se contraen nuevas
responsabilidades, ahora es parte de la familia del maestro. La relación Sito se va haciendo mas
fuerte con el paso del tiempo, lo que antes eran deberes (o mal dicho “obligaciones”)
pasan a ser hechos naturales o satisfacciones personales.
En las Artes Marciales tradicionales
chinas, la jerarquía es similar a una estructura familiar:
Comenzar a construir una relación
Sito, es igual a construir una relación familiar, respetando a su Sikung, Sifu,
Simo, Dizi y Todei según la antigüedad dentro
de la escuela mas allá de la graduación marcial.
¿Como se puede
destruir o no formar la relación Sito?
Que un discípulo abandone a su Sifu
y su escuela es un motivo poderoso para destruir esta relación.
Aunque ningún Sifu verdadero espera
el agradecimiento en público, cada discípulo debe ser agradecido “a su manera”.
Otra forma de no ser aceptado es la
exigencia del alumno para ser aceptado como discípulo, también el concepto de
que por estar una X cantidad de tiempo
entrenando con el Sifu, es una “credencial habilitante” para ser aceptado, o
dar por sentado que la aceptación ya fue hecha.
La falta de respeto hacia sus semejantes
o compañeros, otros Sihings o Sifus, es un claro ejemplo de destrucción de la
relación Sito.
La negación constante o repetida al
cumplimiento de pedidos, órdenes y protocolos marciales también constituye un
desgaste severo de esta relación.
El olvido por parte del discípulo de
fechas importantes para su Sifu, Simo y demás familia marcial muestra un claro
desinterés y también desgasta la relación Sito. Esto es especialmente relevante
a la hora de representar a la escuela, cuando su presencia es requerida y no
está nunca disponible.
También es negativo cuando no
participa nunca en entrenamientos especiales, cursos o eventos -importantes o
no-, pero que siempre representan la escuela.
La preparación del alumno para la
aceptación como discípulo en parte consiste en años de pruebas (No menos de 3
años) para templar su carácter, preparar sus nuevas responsabilidades, pulir
los defectos que como alumno tiene, etc.; estos años son realmente importante
para aquellos que pasan a discípulos ya que se ven muchos aspectos de la vida
marcial y familiar que estuvieron todo el tiempo delante de los ojos y nunca se
las vieron, este tiempo es necesario para prepararse para una carrera que dura
toda la vida, donde aparte de técnicas marciales se aprenden valores humanos,
morales, éticos y sociales.
Esta preparación enseña una parte
del concepto que en las artes marciales chinas tradicionales se conoce como “Comer amargo”,
que se irá desarrollando a lo largo de esta carrera y poder transformar ese
“Comer amargo” en un sabor dulce.
Para aquellas personas que piensen que el Kung-Fu
Tradicional consiste única y exclusivamente en duros entrenamientos físicos a
la vez del estudio de poderosas técnicas de defensa personal, debo decirles que
este aspecto sólo es una parte de este milenario Arte, no por ello una parte
menos importante. Quizás, la parte física del Kung-Fu tradicional es la que la
mayoría del público en general conoce; de ahí que se piense que si uno quiere
aprender Kung-Fu Tradicional simplemente debe ir a un gimnasio pagar su
matrícula y cuota mensual creando ya la obligación por parte del Maestro de transmitirle
el conocimiento; pero esto no es así.
En dicho Arte hay una cultura, una filosofía
de enseñanza y de realizar las cosas muy diferentes. En estas enseñanzas,
podemos hablar de estudiantes y discípulos (Dizi), de hermanos mayores y
menores, de tíos y sobrinos, Maestro-Padre (Shifu), etc … y todo esto muestra
que estamos en un ambiente familiar, incluyendo la existencia de un árbol
genealógico conocido como linaje. Es importante tener presente que cuando un
Maestro-Padre-Shifu realiza la ceremonia de Baishi a un estudiante para
convertirlo en discípulo (Dizi), lo está adoptando literalmente como hijo, para
transmitirle todo el conocimiento y adquirir el compromiso que tiene un padre
con un hijo; de esta forma el estudiante pasa a ser discípulo (Dizi) y a formar
parte de la familia de ese Maestro-Padre-Shifu y por tanto del árbol
genealógico o linaje marcial, pero tanto Maestro como alumno deben estar
dispuestos a aceptar dicho vínculo. De esta forma se puede comprender el
cuidado y el tiempo que requiere que un Maestro-Shifu realice la ceremonia de
Baishi a un estudiante por los compromisos que adquiere hacia él. Con todo
esto, muchos estudiantes están deseosos de llegar a realizar dicha ceremonia y
ser portadores del conocimiento marcial de un Maestro, pero también es
importante resaltar que dicho acto también implica una serie de compromisos del
discípulo hacia el Maestro, que antes no se tenían y que no siempre se está
dispuesto a asumir, y no hay que olvidar que inversamente también crea unos
compromisos del Maestro hacia el discípulo. Ya que el acto de aceptar
convertirse Dizi de un Maestro, es reconocerle como padre, con todo lo que
implica este hecho.
Llegados a este punto podemos expresar que a pesar de que sólo los Dizi (discípulos) son considerados legítimos herederos del conocimiento y que han sido formados para transmitirlo a posteriores generaciones, los estudiantes que no son Dizi también adquieren un gran conocimiento marcial, y a pesar de no formar parte del linaje, si que son reconocidos como estudiantes del Maestro (algunas personas sin ser Dizi cuelgan la foto de su Shifu-Padre en la pared de su escuela, ¿tiene sentido? personalmente pienso que si, pues le están mostrando sus respetos a quién le enseñó; pero...¿y poner las fotos de todo el linaje? pues aquí lo considero un tema de publicidad); y ambos lógicamente pueden transmitir el conocimiento aprendido durante años, con la salvedad entre unas escuelas y otras de que en unas sólo el discípulo adquiere el grado de Shifu mientras que los demás practicantes podrían llamarse estudiantes avanzados o simplemente el grado que se les haya otorgado en la escuela. Porque realmente es importante diferenciar que por tener un cinturón negro no se está adquiriendo el grado de Shifu-Maestro, sino que éste es otorgado por el respectivo Maestro cuando lo considera oportuno, si es que llega el momento. Y dentro de este ámbito de familia dentro del Kung-Fu tradicional los propios practicantes de la misma escuela se denominan entre ellos hermanos, diferenciándose entre los hermanos mayores que son los que llevan más tiempo en la escuela y los menores que lógicamente son aquellos con menos tiempo de practica.
Llegados a este punto podemos expresar que a pesar de que sólo los Dizi (discípulos) son considerados legítimos herederos del conocimiento y que han sido formados para transmitirlo a posteriores generaciones, los estudiantes que no son Dizi también adquieren un gran conocimiento marcial, y a pesar de no formar parte del linaje, si que son reconocidos como estudiantes del Maestro (algunas personas sin ser Dizi cuelgan la foto de su Shifu-Padre en la pared de su escuela, ¿tiene sentido? personalmente pienso que si, pues le están mostrando sus respetos a quién le enseñó; pero...¿y poner las fotos de todo el linaje? pues aquí lo considero un tema de publicidad); y ambos lógicamente pueden transmitir el conocimiento aprendido durante años, con la salvedad entre unas escuelas y otras de que en unas sólo el discípulo adquiere el grado de Shifu mientras que los demás practicantes podrían llamarse estudiantes avanzados o simplemente el grado que se les haya otorgado en la escuela. Porque realmente es importante diferenciar que por tener un cinturón negro no se está adquiriendo el grado de Shifu-Maestro, sino que éste es otorgado por el respectivo Maestro cuando lo considera oportuno, si es que llega el momento. Y dentro de este ámbito de familia dentro del Kung-Fu tradicional los propios practicantes de la misma escuela se denominan entre ellos hermanos, diferenciándose entre los hermanos mayores que son los que llevan más tiempo en la escuela y los menores que lógicamente son aquellos con menos tiempo de practica.
En una próxima entrega, explicaré como se desarrolla una ceremonia baishi tradicional...
Comentarios