Wu-De.... la moralidad de las artes marciales


En última instancia, el éxito o fracaso de un estudiante no está determinado por sus capacidades físicas externas (fuerza, velocidad, flexibilidad, etc.), sino más bien por la moral y el carácter del mismo.

Esto se conoce como WUDE..

Todos somos conscientes de que nuestra sociedad occidental está cada vez más carente de valores morales, lo que se traduce en una sociedad desestructurada y confusa. Nada parece tener importancia o valor, y aunque sepamos que esto no puede traer nada positivo, muy pocos hacen nada por cambiar algo.

En cambio vemos la proliferación de programas como "Hermano mayor", "Supernany", etc, que no son sino el fiel reflejo de que algo estamos haciendo rematadamente mal en nuestra sociedad. Las familias están en muchos casos rotas, desmembradas, sin tener una verdadera unidad familiar que sustente todo el crecimiento colectivo de la familia. Pero paradójicamente y a pesar de que sabemos todo esto, cuando alguien se atreve a decir las cosas por su nombre, se le tacha de autoritario y corre el riesgo de ser denunciado por maltrato.

Y en el ámbito de las artes marciales -que es el campo que nos ocupa- las cosas no son distintas, pues no es sino una parcela más de la sociedad, donde deberíamos cultivar la moralidad y buenas maneras, pero donde crecen por desgracia, muchas malas hierbas...

Los chinos tienen un dicho: “Los estudiantes se pasan años buscando un buen maestro, y un buen maestro pondrá aprueba a un estudiante durante años”…

El estudiante inteligente sabe que es mejor buscar un buen maestro durante años, en lugar de estudiar con uno mediocre por cualquier cantidad de tiempo. Lo que ocurre es que los criterios de búsqueda se han difuminado o se basan en aspectos puramente de imagen de los medios (si mi profe gana campeonatos, es el mejor, y cosas así), o lo que puede ser incluso peor aún, que se basen en las modas imperantes.

Un buen maestro te llevará por el camino correcto y le ayudará a construir una base sólida para su futura formación. Un maestro que no está cualificado te enseñará errores, difíciles de corregir con el tiempo. Los buenos maestros siempre serán un buen ejemplo para los estudiantes en virtud espiritual y moral. No solo enseñan técnicas marciales sino también una forma de vida.

Desde el punto de vista del maestro, es muy difícil encontrar buenos estudiantes. Al comenzar el entrenamiento son entusiastas y sinceros, dispuestos a aceptar la disciplina. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el maestro comienza a ver lo que esa persona es en realidad y muchas veces esto es algo completamente distinto de cuando comenzaron.

Debido a esto, un maestro pasará años observando y haciendo pruebas a los estudiantes antes de decidirse a confiar en ellos y enseñarles los niveles profundos del arte de Shaolin. Esto fue especialmente relevante en los tiempos antiguos, cuando las artes marciales fueron utilizadas en las guerras.

Y hoy en día, esto quizás podría parecer anacrónico, pero los tiempos que corren nos muestran una sociedad -como he mencionado antes- cada vez más convulsa, donde los valores éticos y morales brillan por su ausencia. Y es precisamente por eso que el concepto de la enseñanza y observación de los conceptos del Wude cobran especial y renovado significado.

La moral marcial se denomina Wude y durante mucho tiempo los maestros han considerado como el criterio más importante para los estudiantes a juzgar, y por lo tanto, han hecho especial hincapié en que forme parte de la enseñanza. Esto, hoy en día es muy poco comprendido y menos aun aceptado por los estudiantes, que suelen abandonar la práctica antes de ni siquiera darse cuenta de lo que estaban realmente haciendo.

He observado en varias ocasiones como, algunos maestros renombrados de Shaolin, se han negado a enseñar a algún extranjero que acudía a ellos, aun ofreciéndoles una sustanciosa suma de dinero. Y no daban explicación alguna, ante el notable enfado de los solicitantes…

Y también es cierto que cada vez quedan menos maestros en occidente que enseñen estos aspectos, pues su enseñanza no es nada comercial y requiere una cierta familiaridad, bastante alejada de la relación fría, comercial y algo distante de un gimnasio.

Cito como ejemplo de este tipo de maestros a la familia Wang (Wang Bo, Wang Yang y Thomas Cantegrit), que siguen sus enseñanzas en la línea tradicional, con una riqueza impresionante de sabiduría.

Wude incluye dos aspectos:

1. La moral del espíritu

2. La moral de la mente

La moral del espíritu incluye cinco conceptos:

Humildad, respeto, justicia, confianza y lealtad.

La moral de la mente también se compone de cinco elementos:

Voluntad, resistencia, perseverancia, paciencia y valentía.

Tradicionalmente, solo aquellos estudiantes que habían mostrado el cultivo de estas normas de la moral o Wude, eran considerados como dignos de recibir las más profundas enseñanzas de Shaolin. Esto cada vez se ve menos, y de esta manera es muy difícil legar el estilo completo a alumnos o discípulos.

La moralidad del espíritu es muy relevante pues se refiera a la relación del estudiante con el maestro, con sus compañeros, otros artistas marciales y las personas en general. Los estudiantes que no son morales en sus acciones no son dignos de recibir enseñanza, ya que no se puede ni confiar ni esperar respeto. Sin la moral del espíritu podrían abusar del arte y su capacidad de combate para dañar a personas inocentes. Pero esto no significa que estén libres de equivocarse en sus acciones emocionales. Esto forma parte del aprendizaje de todo ser humano y es una parte inherente a su condición como tal.

Por lo tanto, los maestros observan a sus estudiantes cuidadosamente durante mucho tiempo, hasta que esté seguro de que el estudiante cumple con las bases de la moralidad de la acción, antes de permitirles comenzar cualquier entrenamiento serio y profundo.

La moral de la mente es para el autocultivo, lo que se requiere para alcanzar cualquier meta final. Los chinos consideran que tenemos dos mentes – la mente emocional y la mente de conciencia. Por lo general, cuando una persona fracasa en algo, es porque su mente emocional ha tomado el control absoluto del pensamiento. Los cinco elementos son pues la clave, dentro de la moral de la mente para la formación y llevar al estudiante a la etapa profunda de sabiduría de la mente. Este auto-cultivo de la mente es la meta espiritual de Shaolin, estrechamente vinculado al budismo Chan.

Dentro de las enseñanzas budistas propias del Templo de Shaolin (En China, religión y filosofía van estrechamente unidas), existen dos aspectos que hay que tener muy en cuenta, en el desarrollo del practicante en toda su dimensión. La moralidad del practicante, extraída del budismo, es de suma importancia dentro de la enseñanza tradicional del estilo. Podemos distinguir dos aspectos en la forma de comprender y aplicar esto: la moralidad del espíritu y la moralidad de la mente.

Para saber más sobre este tema, busca en el blog (filosofía) el articulo sobre el WUDE.

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