RETIRO BUDISTA 08
Hace apenas unos días que finalizó este extraordinario evento del retiro, y aun suenan en mis oídos los sonidos de la naturaleza salvaje, y el tenue rumor de fondo del canto de los mantras. Todos los asistentes coinciden en una cosa; el cambio en el nivel de sus percepciones y la sensación de distorsión del tiempo, que cobraba otras dimensiones totalmente desconocidas, pero que eran asimiladas con gran lucidez.
Los muchos ratos de profunda concentración y meditación, a nivel individual o en grupo, le sucedían momentos de júbilo, de risas desde el alma y el corazón, de bromas y buen humor. Maria, Toñi, Elena, Pablo, Aníbal, Carlos, la perrita Hada y yo mismo, nos sentíamos inmersos en otra realidad, mucho más cercana y real, que nos despojaba de los habituales hábitos negativos de nuestras vidas cotidianas y nos alejaba de las distracciones del mundo de fuera.
En otros momentos, existía un profundo trabajo de aprendizaje de las técnicas del Yangsheng Qi-gong y del Baduanjing, que eran seguidas con verdadero interés y cierto asombro por los resultados de la práctica intensa en esta naturaleza.
La intensa y salvaje vegetación, bordeaba el caudaloso río, a escasos diez metros de la casa. El clima, que acompañó en todo momento, nos permitió disfrutar de intensos paseos, de espectaculares vistas del manto del cielo, plagado de estrellas, o de una meditación en plena y completa oscuridad.
Un momento de especial relevancia se dio durante la práctica de los mantras, en los que conseguimos una armonía excepcional, con intensas vibraciones, que nos llegó a todos al corazón. También se proyectaron dos conferencias con el tema del desarrollo de la mente y comprensión, que realmente calaron muy profundo en los asistentes, sacando muy buenas enseñanzas de todo ello, y que posteriormente daba lugar a intensos debates alrededor de la chimenea.
Los inolvidables desayunos, con el ingenioso humor de Aníbal, actor genial donde los haya, nos hicieron reír hasta la saciedad, compartiendo un ambiente de compañerísmo y amistad.
Todos coinciden en afirmar lo positivo de esta experiencia, que intentaremos repetir, si no en este año, en el siguiente, sobre las mismas fechas.
Los muchos ratos de profunda concentración y meditación, a nivel individual o en grupo, le sucedían momentos de júbilo, de risas desde el alma y el corazón, de bromas y buen humor. Maria, Toñi, Elena, Pablo, Aníbal, Carlos, la perrita Hada y yo mismo, nos sentíamos inmersos en otra realidad, mucho más cercana y real, que nos despojaba de los habituales hábitos negativos de nuestras vidas cotidianas y nos alejaba de las distracciones del mundo de fuera.
En otros momentos, existía un profundo trabajo de aprendizaje de las técnicas del Yangsheng Qi-gong y del Baduanjing, que eran seguidas con verdadero interés y cierto asombro por los resultados de la práctica intensa en esta naturaleza.
La intensa y salvaje vegetación, bordeaba el caudaloso río, a escasos diez metros de la casa. El clima, que acompañó en todo momento, nos permitió disfrutar de intensos paseos, de espectaculares vistas del manto del cielo, plagado de estrellas, o de una meditación en plena y completa oscuridad.
Un momento de especial relevancia se dio durante la práctica de los mantras, en los que conseguimos una armonía excepcional, con intensas vibraciones, que nos llegó a todos al corazón. También se proyectaron dos conferencias con el tema del desarrollo de la mente y comprensión, que realmente calaron muy profundo en los asistentes, sacando muy buenas enseñanzas de todo ello, y que posteriormente daba lugar a intensos debates alrededor de la chimenea.
Los inolvidables desayunos, con el ingenioso humor de Aníbal, actor genial donde los haya, nos hicieron reír hasta la saciedad, compartiendo un ambiente de compañerísmo y amistad.
Todos coinciden en afirmar lo positivo de esta experiencia, que intentaremos repetir, si no en este año, en el siguiente, sobre las mismas fechas.
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